La punción – aspiración con aguja fina (PAAF) del nódulo tiroideo es un procedimiento seguro y mínimamente invasivo y hoy en día vemos como en la consulta de un centro de alta resolución el especialista se ayuda de la ecografía para guiarse al realizar la punción.
De este modo, mediante la ecografía, que le permite ver en tiempo real a través de la piel, guía con certeza la aguja hacia el nódulo, aunque éste no se pueda palpar.
Los resultados de la biopsia de la PAAF se clasifican, según el sistema Bethesda, en seis categorías. Cada categoría indica el riesgo de malignidad de las muestras obtenidas en la punción y se clasifica de la siguiente manera:
CLASIFICACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA PAAF: SISTEMA BETHESDA
- CATEGORÍA 1: No diagnóstica/ insatisfactoria
- CATEGORÍA 2: Nódulo benigno
- CATEGORÍA 3: Atipia de significado indeterminado / Lesión folicular de significado indeterminado
- CATEGORÍA 4: Neoplasia folicular/Sospechosa de Neoplasia folicular
- CATEGORÍA 5: Sospechoso de malignidad
- CATEGORÍA 6: Maligno
Según sea el resultado obtenido en la punción el paciente se encontrará ante un diagnóstico de benignidad, siendo muy común y con recomendación de un próximo control pasado un tiempo.
En ciertos casos se recomendará la cirugía, al observarse signos de malignidad, bien en la PAAF, bien en la ecografía o bien en ambas pruebas, teniendo en cuenta otros hallazgos observados.
En el siguiente vídeo la Dra Carmen Alameda, de la Sección de Endocrinología y Nutrición, del Hospital Universitario Infanta Sofía, nos explica con más claridad y detalle en que consiste la clasificación Bethesda y el modo de actuar ante cada uno de los casos.
Criterios Clínicos para recomendar la cirugía tiroidea sin hallazgos de malignidad en la PAAF
En ciertos casos, aun con una PAAF de benignidad, se recomienda la intervención quirúrgica por criterios clínicos y esto para el paciente puede ser difícil de entender.
Como nos explica la Dra Alameda “Cuando recomendamos a un paciente cirugía por criterios clínicos nos estamos basando en criterios fuera de lo que es el resultado citológico de la punción”.
Cuando los hallazgos observados (en el historial, el riesgo familiar, en la exploración, en la ecografía, analíticas de sangre) den claras sospechas de malignidad, aun con una punción benigna, puede ser recomendable la cirugía.
Es cuando se hace más necesaria y patente la preparación y experiencia de los diferentes especialistas implicados.
Sin embargo no se realiza una PAAF a todos los pacientes, salvo que presenten sospechas de enfermedad para lo cual se sigue un protocolo, tal como nos explica el Dr. José Balsa, Jefe de la Sección de Endocrinología y Nutrición, del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid.
La PAAF ciertamente reduce la cantidad de tiroidectomías, al descubrirse que no hay malignidad en el nódulo y esto es gracias a su precisión. Acorta los tiempos de diagnóstico, optimiza recursos y reduce los costos, siendo de bajo riesgo para el paciente al ser una técnica mínimamente invasiva que se realiza de forma ambulatoria.
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