Recientemente, la revista científica New England Journal of Medicine ha hecho eco de los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que se afirma que el sobrediagnóstico podría ser la causa del aumento de la incidencia del cáncer de tiroides en el mundo industrializado (https://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2016/pdfs/pr246_E.pdf). Los investigadores, que han realizado un estudio sobre la incidencia registrada del cáncer en 12 países de 5 continentes (Australia, Dinamarca, Inglaterra, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Noruega, Corea, Escocia, Suecia y Estados Unidos) en las dos últimas décadas, estiman que más de 470.000 mujeres y 90.000 hombres podrían haber sido sobrediagnosticados de cáncer de tiroides.
El aumento de la vigilancia médica y la introducción de nuevas técnicas de diagnóstico, tales como la ecografía del cuello y, más recientemente, la tomografía computarizada y la resonancia magnética, han facilitado la detección de un gran número de enfermedades indolentes, no letales, que existen en abundancia en la glándula tiroides, en personas sanas de cualquier edad. Así pues, muchos de esos tumores eran asintomáticos y no causarían la muerte. En esta misma línea, los investigadores añaden que la mayoría de estos casos de sobrediagnóstico solo tendrían microcarcinomas papilares, un cáncer con muy poco riesgo, o bien tumores con lesiones muy pequeñas que recibieron tiroidectomía total e incluso hasta vaciamiento ganglionar sin ser necesario, con el consecuente impacto económico que ello supone.
Ante estos resultados, los investigadores advierten contra el cribado sistemático de la glándula tiroides y la importancia del diagnóstico diferencial de los nódulos pequeños de bajo riesgo, proponiendo para estos casos un control y seguimiento médico. En definitiva, apuntan a la necesidad de disponer de mayor evidencia con el fin de desarrollar la mejor estrategia para hacer frente al aumento de la incidencia del cáncer de tiroides y evitar daños innecesarios en los pacientes.
Estas conclusiones están preocupando a profesionales, pacientes, familiares y asociaciones. En este sentido, el director ejecutivo de ThyCa (Thyroid Cancer Survivors’ Association), Gary Bloom, ha manifestado públicamente su desacuerdo con los argumentos de la publicación de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS, considerando que estos artículos a menudo desencadenan un malestar innecesario entre las personas que actualmente están siendo tratadas o han sido tratadas en el pasado (http://www.thyca.org/news/stmt081916). Asimismo, Bloom apunta al hecho de poner el énfasis en los avances positivos que se han hecho en relación al diagnóstico y tratamiento del cáncer de tiroides, más que generalizar en el sobrediagnóstico de este tipo de cáncer como causa del incremento de la incidencia. Un razonamiento con el que también coincidimos desde AECAT. Nosotros queremos seguir dando voz para ayudar y mejorar los diagnósticos, la investigación y los tratamientos necesarios para cada persona. De esta forma avanzar en dar consciencia de los que viven con cáncer de tiroides.