La cirugía y el yodo radiactivo tienen una eficacia muy alta en el tratamiento del cáncer de tiroides y son los tratamientos habituales en el tratamiento de ésta enfermedad con buen pronóstico en la mayoría de casos.

Sin embargo los datos actuales reflejan que cerca de un 35-50% de los pacientes con cáncer de tiroides tendrán metástasis a distancia o local , lo que implicará nuevas cirugías y nuevos tratamientos con radioyodo. Aunque no es lo frecuente, algunos casos serán refractarios al radioyodo, y hay que recurrir a otras terapias menos convencionales que están dando buenos resultados: los inhibidores de la tirosina cinasas.

¿Cuándo se considera que un tumor es refractario?

Se considera que un cáncer de tiroides es refractario cuando no responde de forma efectiva a los tratamientos con radioyodo. Normalmente se llega a ese diagnóstico cuando los rastreos con dosis diagnóstica de radioyodos son negativos y, sin embargo, se confirma la existencia de enfermedad bioquímicamente con niveles altos de tiroglobulina o a través de otras técnicas de imagen como puede ser el PET TAC.

Pero también se habla de refractariedad cuando sí se observa el tumor en el rastreo pero tras varias dosis de radioyodo no se observa una reducción del tumor, concluyéndose que ya no se beneficia del tratamiento del radioyodo.

La Dra. Rosella Elisei nos concedió esta entrevista en la que nos aclaró las opciones posibles más actuales para tratar a este tipo de pacientes refractarios al radioyodo.

 

A partir del momento en que un paciente de cáncer de tiroides es reconocido como radiorefractario puede decidir y solicitar ser tratado de manera diferente sin el uso de radioyodo, sino recurriendo nuevas técnicas diagnósticas y nuevas medicinas. Pero además de ser radiorefractarios los pacientes deberán tener una enfermedad en progresión para que los médicos consideren que tienen un perfil que se beneficiaría de los inhibidores de tirosinas cinasas (ITKs).

¿Cómo se mide la progresión de un tumor?

El cáncer de tiroides es un tumor de evolución lenta que puede pasarse periodos de tiempo sin a penas evolución, bajo vigilancia pero sin necesidad de tratamiento.

El momento de actuar con los nuevos medicamentos sería al confirmarse que el tumor está en crecimiento. Esto se debe a las características propias de los inhibidores de la tirosina cinasa, que actúan directamente sobre las proteínas que promueven el crecimiento del tumor, bloqueándolo. Paralelamente también evitan la formación de nuevos vasos sanguíneos impidiendo al tumor crecer, consiguiendo con ambos efectos que el tumor se frene y la enfermedad se cronifique.

En palabras de la doctora Rosella Elisei, doctora y profesora de Endocrinología en la Universidad de Pisa, Italia, “Podemos verificar un aumento en el tamaño de la lesión entre dos scanners, y si entre estos dos scanners la lesión aumentó al menos un 20% esto significa que hay enfermedad en progresión y el paciente se podría beneficiar de la acción de los inhibidores”

Esta progresión y aumento de al menos un 20%, según nos explica la doctora, ha de producirse en un período de 6 e incluso hasta 12 meses, dado que estamos ante un tumor muy lento.

Si el aumento de tamaño se realiza en un período más extenso, no sería una progresión suficiente para beneficiarse del uso de los ITKsm y su acción diana sobre el crecimiento tumoral.



Entradas anteriores relacionadas

Acceso a medicamentos. Cuando #eltiempoesvida

Acceso a medicamentos. Cuando #eltiempoesvida

#altoyclaro para conseguir un medicamento tengo que cambiar de hospital y de CCAA

#altoyclaro para conseguir un medicamento tengo que cambiar de hospital y de CCAA