Cuando una persona es diagnosticada de cáncer de tiroides a continuación deberá pasar por una intervención quirúrgica.
En la mayoría de los casos es suficiente con una tiroidectomía total que no suele implicar mayores complicaciones, pero en algunos casos es necesario recurrir a una intervención más extensa, con vaciamientos ganglionares, y por ende por un período de recuperación mayor hasta la vuelta a la normalidad.
Para conocer más sobre esta recuperación hemos consultado a la Dra. M. Lluïsa Catasus, del Servicio de Rehabilitación del Hospital de Bellvitge, en Barcelona.
Como nos explica la Dra Catasus, uno de los efectos colaterales que se puede producir en las intervenciones quirúrgicas de cabeza y cuello, sea por cáncer o no, es una alteración de la sensibilidad.
En el caso de la tiroidectomía , tras pasar por quirófano la mayoría de pacientes presentan cambios en la sensibilidad de la cara lateral del cuello hasta la oreja, pero, en la mayoría de casos, no tiene repercusión funcional.
Actualmente las técnicas quirúrgicas han avanzado notablemente pero puede ocurrir que por el acto quirúrgico en sí o bien por el desarrollo de la enfermedad pueda lesionarse algún nervio. Depende del grado de lesión que se haya producido, este nervio se recuperará en mayor o menor grado.
También es frecuente una lesión en el nervio accesorio espinal, que es el que inerva el músculo trapecio, primordial en la función de elevación del brazo. Su falta de contracción producirá una alteración en la elevación de la extremidad, y por tanto dolor y limitación de movilidad.
Otro de los cambios que se producen tras la intervención quirúrgica es una limitación de la movilidad cervical, pero también en la gran mayoría de casos suele ser transitoria y se suele recuperar pasado un tiempo.
Cómo actuar ante una lesión
Ante todo acudir a un especialista.
Para conocer el alcance de las lesiones secundarias a la cirugía en los nervios periféricos se debe realizar un electromiograma que facilitará un pronóstico de la lesión y su evolución . Hay que tener en cuenta que muchas de estas lesiones son parciales y que evolucionan favorablemente.
El tratamiento rehabilitador de la lesión se basa en ganar el recorrido articular normal y reforzar la musculatura del hombro. También es necesario realizar movilizaciones de columna cervical y un correcto tratamiento de la cicatriz.
Es imprescindible la supervisión del médico especialista y del fisioterapeuta de las unidades de rehabilitación
En palabras de la Dra M. Lluïsa Catasus “Lo que nunca deberemos hacer es levantar el brazo hasta arriba sin tener el control del tronco, sin que la escapula esté fijada, porque entonces produce dolor. El movimiento de elevación por encima de los 90º, en caso de lesiones graves del nervio accesorio espinal , siempre se tiene que realizar tendremos que hacerlo con la escápula fija, o sea estirados en el suelo o en la cama y sólo entonces elevar el brazo ya que se evita el dolor».
Las personas operadas de cáncer de tiroides con dolor en el hombro deben acudir a un servicio de rehabilitación derivados por su médico .
Cuanto más precoz sea la valoración por el especialista mejor será la planificación del tratamiento y por lo tanto mejor resultado ya que se evita que la pérdida de movilidad del hombro y región cervical .
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