La voz es sin duda uno de los elementos diarios y cotidianos que utilizamos sin darnos cuenta para transmitir ideas, mensajes, sentimientos, etc, y cuando un paciente es diagnosticado de cáncer de tiroides se enfrenta, posiblemente por primera vez, a los temores de sufrir cambios en ella.

Asimismo el tener que comunicar la enfermedad a los más allegados es también uno de los momentos más difíciles y en algunas ocasiones supone añadir malestar por no saber cómo, cuando y a quién comunicarlo, dado que sólo pronunciar la palabra cáncer en esos primeros momentos produce una gran inquietud en la persona diagnosticada.

La actriz Lara Dibildos lo vivió en primera persona y reconoce que le faltó información al recibir la noticia: “Tenía 20 años cuando me enteré de que tenía un cáncer. No sabía ni dónde estaba la tiroides ni qué tratamiento tenía, ni sus síntomas, ni qué iba a pasar”. 

A pesar de ser el tumor endocrino más frecuente, el cáncer de tiroides todavía sigue siendo uno de los cánceres menos conocidos, tanto por sus síntomas y tratamiento, como por los problemas derivados de pasar por esta enfermedad, que conlleva muchas veces el tener que asumir riesgos de sufrir daños en la voz, reversibles en la mayoría de casos, al pasar por quirófano: actualmente el riesgo de afonía es muy bajo y según algunas estadísticas inferior al 1 %.

Para Lara Dibildos uno de los aspectos más importantes era conocer los efectos y las alteraciones que podía provocar el tratamiento para asumirlas de manera natural.

“Yo no conocía a nadie que hubiera pasado por esa enfermedad. Es importante tener a quién consultar porque además tienes un montón de efectos secundarios que al principio no relacionas con tu enfermedad y no entiendes que te está pasando. También es importante que lo entiendan quienes están a tu lado para que comprendan lo que nos pasa: cambios de humor o falta de concentración, entre otros”, asegura Lara.

Desde el momento en que un paciente es diagnosticado inevitablemente busca información y personas que hayan pasado por la misma experiencia, para sumarla a la que recibe por parte de los médicos que le tratan y para entender mejor que le pasa.

Afortunadamente desde que Lara Dibildos tuvo cáncer de tiroides la medicina ha evolucionado mucho y los riesgos derivados de las intervenciones son muchísimo menores.

La aparición y desarrollo cada vez más de asociaciones de pacientes donde encontrar a otras personas que ya pasaron o que pasan por lo mismo, ayudan a cambiar el rostro a esta enfermedad tras el diagnóstico, sociabilizándola y poniéndole cara para hacer ver a todos, como dice Lara Dibildos, que si se puede y que hay mucha vida tras un cáncer de tiroides.