El ejercicio físico involucra casi todos los sistemas y órganos de nuestro cuerpo y dependiendo de factores como: la intensidad, duración, frecuencia con las que realicemos la actividad física, responderán nuestros sistemas cardiovascular y musculo-esquelético, y también el neuroendocrino e inmunológico que están muy relacionados con padecimientos de la tiroides.
¿Pero cómo es esta respuesta integrada de los distintos sistemas de nuestro organismo cuando realizamos ejercicio? En primer lugar, el sistema musculo-esquelético lleva a cabo las indicaciones motrices generadas por el sistema nervioso central, y posteriormente la puesta en marcha del resto de los sistemas es esencial para el obtener energía en el tejido muscular necesaria para el mantenimiento de la actividad motora. Los cambios que se presentan en el sistema cardiovascular se identifican por un aumento en la presión arterial, frecuencia cardiaca y demanda de oxígeno, todo esto sumado a la liberación en la sangre de hormonas tales como adrenalina, noradrenalina, beta endorfina, hormona del crecimiento y cortisol, hormonas tiroideas y la disminución de la insulina.
Entendiendo este funcionamiento en el que se involucran muchos órganos de nuestro cuerpo, existen muchas explicaciones del por qué el ejercicio fortalece el sistema inmunitario, permitiéndole combatir enfermedades bacterianas o virales simples, pero sobre todo que defienden la disminución en la posibilidad de contraer enfermedades más graves como la osteoporosis, cardiopatías o incluso cáncer.
Cuando atravesamos por un episodio de estrés, la reacción de nuestro organismo es elevar los niveles en la sangre de una de las hormonas que mencionamos anteriormente el “cortisol”. Múltiples estudios han demostrado que ante la propensión de contraer una enfermedad lo relevante no es el aumento de esta hormona en sí mismo, sino la forma en la responden los tejidos de nuestro organismo ante este incremento de la hormona.
Es por esto que para contrarrestar los efectos negativos del estrés, uno de los muchos beneficios de realizar ejercicio además de ser antioxidante, antiinflamatorio, entre otros,es precisamente actuar comodesestresante ¿pero de qué forma?. Cuando se realiza actividad física se modifica el perfil hormonal de la persona que está bajo un periodo de estrés, facilitandoel funcionamiento de su sistema inmune al desbloquearse una especie de “freno” que se activa por lasituación neuro-endocrina por la que se atraviesa en ese momento como consecuencia del estrés. Es decir, realizar ejercicio produce la bajada en los niveles de cortisolque como consecuencia del estrés están perjudicando el funcionamiento del sistema inmune.
Como vemos, la relación entre estos tres componentes es muy estrecha, ya que ante periodos de el estrés y al ejercitarnos se generan cambios fisiológicos en nuestro organismo; que en el caso del estrés son negativos y en el caso de realizar actividad física positivos, los cuales se presentan en función de las variaciones en el tipo, la duración, la intensidad y la cronicidad del ejercicio y de las diferencias en la constitución de cada persona.
Algunas recomendaciones
Aunque hemos expuesto los beneficios de realizar ejercicio, los ejercicios pesados y prolongados y sin el entrenamiento adecuado podrían inducir al efecto contrario e incrementar la presencia de hormonas relacionadas con el estrés. Como solemos decir generalmente, cualquier cosa en exceso es nociva para la salud.
Realizar al menos una caminata diaria (30min) o seguir una rutina simple de ejercicios unas tres veces por semana resulta hábito saludable y que además nos proveerá de energía.
Voces en el camino, es una gran oportunidad para realizar ejercicio a través de las últimas cinco etapas del Camino de Santiago junto con simpatizantes y pacientes de Cáncer de Tiroides de todo el mundo, una actividad que además de bienestar físico nos acerca al bienestar mental y emocional.