Cuando escuchas la palabra cáncer, comienzas un camino sembrado de dudas e incertidumbres. Ante tal diagnóstico el impacto emocional es muy grande y son muchos los  pensamientos que te pueden venir a la cabeza. Desde luego, el miedo: “tengo cáncer” que en momentos se convertirá en angustia; puede que la rabia o la ira: “¿por qué a mí?”, y  seguramente las dudas o la impotencia “¿y ahora qué hago con mi vida?”, “¿qué tratamientos hay?”, “¿cuál es el alcance de la enfermedad?” y un largo etcétera.

Nadie está preparado para este diagnóstico, pero ante tal realidad, lo único que nos queda es la aceptación: “tengo cáncer, pero tengo que tirar para adelante.” Asimilar el cambio, para lo que ayuda el ejemplo de cómo lo han integrado otros pacientes y la búsqueda de información, ya sea a través de los médicos o a través de internet o libros, para intentar comprender el proceso y poder rentabilizar el tiempo con tu médico. El contar con la mayor cantidad de información posible es muy importante a la hora de enfrentar la enfermedad, ya que la información es poder.

La importancia de estos factores lo vemos claramente en el ejemplo de  Inma y Rosa. Dos hermanas diagnosticadas de carcinoma papilar de tiroides con las que iremos siguiendo este Camino de la enfermedad.  Primero se le diagnosticó a Inma, enfrentándose al cáncer sin información sobre la enfermedad, sin conocer bien el tratamiento, ni contar con referencias de buenos especialistas. Tampoco conocía a más pacientes con cáncer de tiroides.  Os invitamos a ver lo que comenta:

Por el contrario, su hermana Rosa, contaba ya con la base suficiente para valorar convenientemente su tumor, que además gracias a sus mayores conocimientos había conseguido detectar a tiempo. Ella misma lo explica en el siguiente vídeo:

Si quieres escuchar más voces de pacientes contándote cómo vivieron esta etapa, puedes hacerlo en http://vocesenelcamino.aecat.net/etapa.php?stage=1&lang=es

 

Pautas para afrontar mejor el diagnóstico

Un diagnóstico de cáncer siempre es complicado de asimilar, tanto para el paciente como para sus allegados. Debes saber que comprender e integrar la noticia es algo paulatino, que te llevará tiempo y será un camino paralelo al del tratamiento según vayas saliendo del shock y la sensación de indefensión en que te habrá dejado la palabra cáncer. Se trata de un problema de salud, una adversidad concreta que hay que afrontar, más o menos limitada en el tiempo,  y, hoy en día, se cuenta con muchas garantías de poder superarla.

En concreto, la gran mayoría de los pacientes de cáncer de tiroides tienen un pronóstico excelente y gracias a ello, podemos estar razonablemente tranquilos, al tratarse además de un tumor que, al contrario de las urgencias que nos evoca la palabra cáncer, evoluciona muy lentamente, lo que nos permite buscar información sobre especialistas y procedimientos más adecuados.

Ese buen pronóstico es real, pero también lo es, la necesaria reacción emocional ante la palabra cáncer.  Es recomendable que compartas tus sentimientos, hables con alguien cercano sobre lo que sientes, lo que piensas o busques ayuda profesional. Cada etapa del Camino tiene sus metas y, en esta, lo deseable es que te atrevas a afrontar tus  emociones, no intentar controlarlas. Enfado, angustia,  miedo,  tristeza, ansiedad, impotencia, debilidad, incluso culpa por muy injustificada que parezca, son reacciones habituales al hecho de padecer una enfermedad grave. Pero los sentimientos y las preocupaciones pueden resultar muy angustiantes si nos los guardamos para nosotros o intentamos racionalizarlas (“me han dicho que no tengo nada que temer…”). Por tanto, si te conoces y sabes que te cuesta, no dudes en pedir ayuda para poder expresar y elaborar esas emociones.

Hoy en día, muchas veces sentimos que nos piden que seamos superhéroes y que en esa “lucha contra el cáncer” no se nos vea desfallecer, pero controlar en exceso las emociones no nos ayudará a alcanzar una actitud positiva, al revés, solo nos llevará a sobreexigirnos con una nueva carga. En estos momentos quien necesita apoyo eres tú.

Tampoco sufras más de lo necesario. El cáncer de tiroides en general tiene un pronóstico muy bueno. La información que obtendrás por otros pacientes y de webs de confianza te ayudará a acotar el miedo a lo desconocido, hay varios factores a tener en cuenta como son:

–          El tipo de carcinoma que tengas. El 85% son papilar o folicular que al ser diferenciados captan el yodo y tienen un gran pronóstico. Además podría tratarse de un medular o un anaplásico. Para tener más información mira aquí: https://www.aecat.net/el-cancer-de-tiroides/sobre-el-cancer-de-tiroides/tipos-de-cancer-y-diferenciacion-celular/

–          El tamaño, el pronóstico mejora si son menores de 2cm. En la actualidad se descubren muchos microcarcinomas de menos de 1cm que auguran casi el 100% de curación.

–          El número de focos. Puede ser más beneficioso si es un único nódulo el que presente malignidad que si existe multifocalidad.

–          La extensión. Es preferible si  está encapsulado o circunscrito a la glándula tiroides que si ya aparece con extensión local extratiroidea o metástasis a distancia. Y mejor aún si se limita a uno de los dos lados del tiroides sin tocar siquiera el istmo que los une.

–          Es preferible que no presente adenopatías o afección ganglionar.

–          Tu edad siendo menor el riesgo si tienes menos de 45 años.

Toda esta información, junto al resto del historial clínico,  debe valorarla tu médico, pero tú puedes preguntarle y conocer mejor cuál es tu situación. Puedes ver más información en: https://www.aecat.net/el-cancer-de-tiroides/seguimiento/estadificacion/ o valorar si tienes algún factor de riesgo: https://www.aecat.net/el-cancer-de-tiroides/sobre-el-cancer-de-tiroides/factores-de-riesgo/.

Cada vez se da más importancia a disponer de un adecuado diagnóstico prequirúrgico para poder orientar mejor el tipo de cirugía que conviene realizar pero, al mismo tiempo, hay que tener paciencia y esperar al resultado de la anatomía patológica posterior a la cirugía. Sólo tras ella tendrás información sobre el subtipo (algunos subtipos dentro de cada tipo de CT presentan más agresividad) y la verdadera extensión de la enfermedad, y determinar los siguientes pasos.

Y es que, aun cuando tengas un microcarcinoma, como paciente de cáncer, siempre tendrás que aprender a convivir con la incertidumbre y tener paciencia.

Un diagnóstico de cáncer supone un gran aprendizaje y un reto, para el paciente y para sus familiares, y como Inma comenta, aprendes a valorar los buenos momentos mucho más. Ser pacientes, y no intentar anticipar o controlar lo que está por venir, sino centrarnos en cada meta intermedia, nos ayudará en nuestro Camino, pero ser paciente no quiere decir ser pasivos, los estudios demuestran que los pacientes activos, que se informan y consiguen una mayor comprensión de la enfermedad y una comunicación más completa con sus médicos, implicándose en las tomas de decisiones, obtienen mejores resultados.

 

Puedes tener más consejos de la mano de nuestra psicóloga en: https://www.aecat.net/consejos-practicos/consejos-psicologicos/como-preparar-la-fase-de-diagnostico/