Gracias a la iniciativa de los Hospitales Clínico y Regional de Málaga que reunieron a más de 150 especialistas relacionados con el ámbito de la Cirugía, la Endocrinología, la Radiología y la Medicina Nuclear en unas Jornadas de Cáncer Diferenciado de Tiroides, contamos en España con una de las mayores expertas en la biología molecular del cáncer de tiroides, la profesora Eleonora Molinaro, del Departamento de Endocrinología y Metabolismo de la Universidad de Pisa que vino a presentar durante dichas jornadas los resultados de su estudio sobre la eficacia de la ablación con dosis bajas de yodo radiactivo (I131) y el uso de TSH recombinante, publicado en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.
Hoy en nuestro blog queremos hacernos eco de las conclusiones de su estudio y de sus opiniones en relación con las novedades en el tratamiento del cáncer de tiroides desde la práctica clínica.
Tiroidectomía total como mejor opción
Frente a la opción de la hemitiroidectomía y la tiroidectomía casi total, la Dra. Molinaro defiende la tiroidectomía total (TT) o extracción total de la glándula tiroides en un cáncer, el papilar, que es en la mayoría de los casos multifocal y bilateral. A favor de esta opción estaría el hecho de que permite la ablación de los remanentes con yodo radioactivo y la monitorización de tiroglobulina en caso de recidiva.
De hecho, destaca la doctora, aunque no se haya detectado a priori, en el 50% de los casos el remanente tiroideo alberga otros focos neoplásicos, habiéndose demostrado, en la mayoría de los estudios, que incluso en pacientes con bajo riesgo es mejor la tasa de recurrencia en los casos de TT.
Conclusiones del estudio: el Thyrogen también es eficaz con 30mCi
En cuanto al tratamiento con yodo i131 en pacientes de bajo riesgo, quizá sea éste uno de los asuntos más controvertidos actualmente en el abordaje del cáncer de tiroides.
Para la doctora, el fundamento de la terapia de ablación, reside en la eliminación del remanente de tejido normal de tiroides, que como hemos dicho, en el 50 por ciento de los casos alberga otro microfoco neoplásico. Además, este tratamiento permite identificar posibles zonas metastásicas no sospechadas que quedan reveladas en el rastreo corporal total post-terapéutico y optimiza el seguimiento al aumentar la especificidad de la medición de tiroglobulina en suero, el test más sensible para la detección temprana de persistencia o recurrencia de enfermedad.
El debate surge en las situaciones de bajo riesgo en que es conveniente valorar el riesgo/ beneficio de la ablación, dados los efectos secundarios que la medida en dosis tradicionales conlleva, además del periodo de retirada de la levotiroxina y consiguiente periodo hipotiroideo para el paciente.
La doctora destaca que en estos casos una actividad baja de I131 conlleva numerosas ventajas, como un menor tiempo de hospitalización, una reducción de la contaminación ambiental por radioyodo y la disminución de la toxicidad del tejido extratiroideo y del riesgo de un segundo tumor primario cuando se alcanzaban dosis acumuladas altas por encima de los 600mCi.
Pero la aportación fundamental del estudio de la Dra. Molinero esta, precisamente, en que ha demostrado que dicha ablación del tejido remanente, con dosis de radioyodo bajas de 1.1 GBq (equivalente a 30mCi) es igual de eficaz con estimulación con THS recombinante humana (el Thyrogen) que con retirada de la levotiroxina.
Estas conclusiones, avaladas tanto por la extensión del estudio, realizado sobre una de las muestras de pacientes más grande del mundo como por el tiempo de seguimiento, realizado a lo largo de diez años, constituye una muy buena noticia para los pacientes de cáncer de tiroides que podemos acceder a las ventajas de la ablación, manteniendo nuestra calidad de vida desde el tratamiento, circunstancia difícilmente posible con la retirada de la levotiroxina, además de que con el uso de rhTSH se reduce la exposición del organismo a la radiación.
Os dejamos este link con un vídeo a la entrevista a la Dra. Eleonora Molinaro publicada en El global.net