En algunos casos, tras la intervención quirúrgica del cáncer de tiroides, pueden aparecer trastornos en el calcio. Es lo que se denomina hipoparatiroidismo, es decir, la disminución de la función de la hormona paratiroidea (PTH) que se producen en la glándula paratiroidea localizada detrás de la tiroides. «Las causas más frecuentes del hipoparatiroidismo suelen ser las relacionadas con la cirugía sobre la glándula paratiroides, bien directamente sobre ella o indirectamente, por ejemplo, cuando se manipula la tiroides», explica el Dr. Miguel A. Rubio, del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.  La consecuencia de este hipoparatiroidismo es la disminución de calcio en la sangre, es decir, la hipocalcemia.

Detalle glándulas paratiroides

Detalle glándulas paratiroides

Aunque la hipocalcemia es relativamente frecuente, en la mayoría de los casos suele ser un trastorno transitorio. La hipocalcemia se produce en muchas intervenciones del tiroides, especialmente cuando se tiene que retirar toda la glándula con motivo de un cáncer de tiroides. «Aunque se intentan identificar las glándulas paratiroideas -del tamaño de una lenteja-, no es infrecuente que se puedan eliminar al estar, por ejemplo, metidas dentro del tiroides que se extrae. También puede ocurrir que se dañen vasos sanguíneos que alimentan las paratiroides y al no llegar bien la sangre a esas glándulas terminan por funcionar poco o nada. En manos de cirujanos expertos estas lesiones no suelen ser permanentes, sino transitorias de pocos días o semanas», señala este especialista.

Diagnóstico y tratamiento

La hipocalcemia provoca unos síntomas muy peculiares y fácilmente reconocibles: hormigueos en las manos y pies, zona peribucal, debilidad muscular o incluso contracturas musculares severas en los casos más graves. Si persiste una situación de hipocalcemia grave puede producir alteraciones del ritmo cardíaco.  Además de estos síntomas, para diagnosticar una hipocalcemia comprobarán que se ha producido una disminución de calcio en sangre, factor que coincide con niveles reducidos de PTH (hormona paratiroidea).

Su tratamiento consiste en la administración de calcio en comprimidos, junto a vitamina D para que ese calcio se absorba. Según el Dr. Rubio, «el calcio necesita absorberse desde el intestino, pero para ello la vitamina D debe estar en cantidad suficiente  y estar activada. Dicha activación es responsabilidad de la PTH. Sin PTH no se puede activar y por ello, el tipo de vitamina D que debe tomarse es una vitamina totalmente activada: 1,25-hidroxi-colecalciferol, cuyo nombre comercial es Rocatrol».

Tu médico te indicará la pauta en la que deberás tomar tanto el calcio como la vitamina D. «Si se olvida o no se toma la medicación, puede disminuir el calcio y aparecer las parestesias (hormigueos) como primer síntoma de alarma. Después se puede tomar la dosis correspondiente o incluso doble dosis, si fuera necesario. No pasa nada si se solapan las dosis de calcio; el exceso se elimina por la orina», concluye el Dr. Rubio.

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